Caminos de ilusión
Las posibilidades de vida son infinitas y la mente define cómo las percibimos.
Tenemos muchos caminos, ideas y formas de vivir. Las posibilidades de cómo crear una vida son virtualmente infinitas. Esto lo determinan el cuerpo que nos contiene y el entorno. Un pequeño cambio en cualquiera de estos elementos puede ser un diferenciador enorme, aunque parezca mínimo. Así que no existe un “vínculo” fuerte entre cómo será tu vida y tu pasado. Sí tiene mucho que ver, pero no la define. Todo dependerá de la pequeña idea que empieces a sembrar. El destino de tu vida lo tienes tú.
Esta idea es muy difícil de imaginar en lo práctico. Tener el control de tu vida sonaría a que podrías tener el coche que quieres, las vacaciones que crees merecer, los hijos y la pareja de tus sueños. Y eso no es así, no al menos en la primera etapa. El control de tu vida es entender que puedes modelar tu mente y así manejar la percepción de tu vida. Podemos usar una palabra que creo que es real y encaja en la vida moderna: tenemos el control de la ilusión de la vida, y con esto basta. No tendremos el control de los coches, el ambiente económico, las otras personas, las moléculas y átomos, ni siquiera de la salud total de nuestro cuerpo. Solo de nuestras ideas. La mayor oportunidad es el control de la mente. En general, la mayoría podríamos controlarla, no de forma directa ni inmediata, pero rodeándonos de un ambiente que permita el crecimiento de las ideas que queremos: hábitos que la moldeen, frases, pensamiento crítico, etc.
Este proceso de control de la mente no es instantáneo, sino que dura toda una vida, con intentos infinitos mientras respiremos y tengamos conciencia, y creo que es uno de los objetivos de vida. De alguna manera esto me parece lógico y me tiene todo el sentido del mundo. ¿Por qué entonces no lo practicamos?
La ilusión del camino correcto
La verdad, no sé, pero tengo la idea de que la mente tiende a crear un camino “correcto” y nos dice si estamos o no en él. A esto le llamo la ilusión del camino correcto. Finalmente es una ilusión de nuestra mente, por su naturaleza de definir un camino que nos acerca a la supervivencia, y si no estamos ahí, nos sugiere que cambiemos.
Pero esta idea del “camino” no deja de ser eso: una idea formada por nuestra mente. Mayormente la genera el contenido al que estuvo expuesta desde la niñez, la adolescencia y durante la vida. Mucha de esta información simplemente la guardó, y el cerebro selecciona lo que cree que es bueno para la supervivencia, creando vínculos emocionales para que sea difícil de eliminar y nos mantenga en el camino. Es una maravilla de sistema que nos ha mantenido vivos y leyendo esto.
Sin embargo, aunque es un mecanismo muy bueno, no es el mejor. Por ejemplo, no es común que el cerebro sea crítico con las ideas, que las cuestione, pues eso toma tiempo. Pero ser crítico es de suma importancia para generar nuevas ideas en nuestra mente, aún más cuando estamos en un lugar cómodo.
El camino de caminos, evolución y legado de ejemplos
Como humanidad, creo firmemente que nuestra responsabilidad natural es evolucionar, es dejar algo. Una de nuestras vidas no deja algo tan grande, pero como grupo y sociedad, sí. El fin de la especie humana no es nuestra vida, y tenemos que, de alguna manera, incorporarlo a nuestra persona para hacer algo que tenga un sentido mayor.
Un principio, como dije, es evolucionar, y esto requiere cambio: cambio en nuestro cuerpo y en nuestras ideas, que son las que nos permiten conectar y coordinarnos con otros. Por eso ser crítico es importante, y hay personas que lo hacen de una forma más activa que otras. Se trata de probar caminos, ideas. Algunos de estos caminos y vidas tendrán fines que suenan feos, otros felices. Algunos caminos se ven inalcanzables y otros sencillos. No importa el fin del camino, sino el ejemplo que deja para la siguiente generación y lo que puedan aprender de nosotros.
Me preguntaron hace poco qué legado dejaría, y respondí que principalmente mi ejemplo de vida. Lo quiero documentar, seguir tomando riesgos, sin importar lo que la gente piense. Aunque tome decisiones con miedo, vergüenza y duda, si tienen sentido para mí, lo seguiré haciendo. Eso es lo que quiero primero. Si en el futuro tengo hijos, quizás les deje un ambiente que permita el crecimiento de una buena vida basada en crecimiento y cambio, pero esa sería mi segunda prioridad.
Solo vive, aprende, toma todo y deja ejemplo
A esto concluyo. Intento vivir dentro de mis valores y mis ideas, aunque las modas empujen en otra dirección. Al final me hago responsable de las decisiones. Las modas no definen una vida ideal; la vida que elijo, por más lejana que suene a lo que se espera, es la mía. Aunque otros opinen, procuro no dejarme influenciar y sigo arriesgándome y viviendo por mí. Quiero crear experiencias, salir, platicar, escribir, ser crítico, reír, pero también llorar y lamentarme. Experimento las emociones que la mente genera para conocerla mejor y así llevarla al punto que deseo, a la vida que quiero. La parte económica, familiar, viajes, etc., viene como resultado de la capacidad de aportar a la sociedad; por eso busco aportar valor y ser estratégico, pero eso va después.